Gotham Globe: NOTICIAS (30/10/10)









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Como dije al comienzo, la versión de Donner no pudo ver la luz hasta el año 2006. En esta ocasión, más del 80 por ciento del material original de la cinta pudo ser visto. Y si algo os puedo asegurar es que no tiene nada que ver con la versión de Lester. El exceso de comedia al que estábamos acostumbrados a ver antes, desaparece en esta ocasión. Situaciones y hechos que no se explicaban con exactitud en la versión oficial, son mencionados y detallados con claridad. Por no mencionar todos y cada uno de los diálogos de Superman (Christopher Reeve) con su padre Jor-El (Marlon Brando), incluyendo una emotiva escena en la que el padre biológico de Kal dejar de ser una simple imagen difuminada a transformarse en un ser corriente que camina hacia su hijo mientras nos deleite con la famosa frase “El padre se convertirá en hijo, y el hijo, en padre”. Sin duda, una escena que merece con creces entrar en la historia de la saga de Superman en el cine. En ese aspecto, se nota mucho la labor de Mario Puzo (“The Godfather”) en el guión, ya que la historia en general es realizada desde una perspectiva más seria. Respecto a variación de escenas podría citar varias. Un claro ejemplo, es que el cristal en el que se encuentra Zod y los suyos se rompe debido al impacto del cohete que Superman detiene al final de la primera parte. O la escena en la que Lois intenta averiguar si Clark es Superman. Una escena en la que podemos ver por primera vez a Christopher Reeve a supervelocidad (al estilo de la serie Smallville).Etiquetas: 16/10/10, Opinión Variada

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Etiquetas: 09/10/10, Opinión Variada
Y es que es muy malo que al salir de la sala lo único que rememores de la película sean los títulos de crédito iniciales, donde sacan partido al 3D de una forma bastante elegante, con cámara hiperlenta en medio de una lluvia en el centro de Tokio. A partir de ahí es el despiporre de siempre. Milla Jovovich dando brincos para aquí y para allá, zurrándose con algún mamotreto y soltando frases de machote (que es, al parecer, lo que Paul W.S. Anderson entiende por un personaje femenino fuerte).
“Para ésto hemos quedado.”
La trama es simple, lo cual no tiene siempre por qué ser malo, de hecho en pelis de este tipo, si uno no quiere complicarse la vida, hasta puede ser favorable. Pero es que la forma en que se desarrollan los acontecimientos es tan absurda como ver a José María Aznar rebuscando en la basura para comer. Al final la justificación de todo es siempre la misma: LA MEGACORPORACIÓN UMBRELLA CUYO INTERÉS ES EXPERIMENTAR CON COSAS CHUNGAS AUNQUE NUNCA SEA RENTABLE SE MIRE POR DONDE SE MIRE. Basta decir que al comienzo salen tropecientos clones de Alice, el jefazo de Umbrella le mete un chute a la auténtica que le quita sus poderes, pero que no le impide seguir dando las mismas hostias durante el resto de la peli.
Viendo el percal, lo lógico era dejarse llevar y disfrutar las escenas de acción y los sustos, pero es que ni siquiera estos aspectos resultaban originales. Todo tiene un grado de hiperflipamiento que roza el ridículo, la banda sonora de tomandandy, siendo decente, está a un volumen tan escandalosamente alto que no sirve para resaltar absolutamente nada sobre el resto. Todo el rato suena, sin parar, de forma machacona, de forma que el cine parece más una discoteca que una sala donde ver una película. Y así, los sustos son de chichinabo, el típico bicho que sale por detrás cuando el personaje se da la vuelta y esas cosas.
El malo: una mezcla entre Neo y el Night Slasher de Cobra.
Los personajes son otro de los puntos lamentables. Alice da asco, y no por la Jovovich, que hace lo que puede. Después de la primera película (de lejos la mejor, y tampoco es que fuese una maravilla) se convirtió en “una tipa que da hostias y salta y corre y está buena”. Los secundarios son planos y rutinarios. Por ahí anda nuestro Sergio Peris-Mencheta (de los más correctos) con un papelillo de relleno, un Wentworth Miller innecesariamente misterioso y algún otro gañán. No es de extrañar que, así, sea alguien como Kim Coates, secundario de los de toda la vida y con mucho oficio, el que más destaque en ese grupo de meimportantodosunamierda.
Así que sólo me queda hablar de lo único que ha justificado y realmente se ha cuidado en esta película. Sí, el 3D. Está bien hecho (la película fue rodada en ese formato), no chirría, y aunque recurren al típico truco de lanzar cosas al público, pues está curioso. Mola ver la lluvia caer en un plano cenital por ejemplo. Pero vamos, eso es todo.
Pensároslo dos veces antes de pagar por esto, salvo que el dichoso 3D aún haga que se os caiga la baba al suelo.
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