Título: Sin City.
Reparto: Bruce Willis, Mickey Rourke, Jessica Alba, Benicio del Toro, Brittany Murphy y Clive Owen.
Sinopsis: Bienvenido a SIN CITY. Una ciudad que atrae a los tipos duros, a los corruptos y los solitarios. Para algunos es un lugar oscuro. Insensible. Para otros es su hogar. Policías corruptos. Mujeres sensuales. Vigilantes desesperados. Muchos quieren vengarse. Otros redimir sus pecados. Y también hay quien espera conseguir un poco de las dos cosas. Un universo de héroes extraños y reticentes que intentan hacer lo correcto en una ciudad que rechaza el bien.
Crítica (J. Lacomba. T / Multicine.com): Para entender lo anterior preguntémonos.. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? En este caso, fue Tarantino. Sí, Tarantino (no por casualidad acreditado como director invitado) fue la inspiración de Miller a la hora de plantearse Sin City, una serie de historias autoconclusivas de corte “Noir” enmarcadas en la ciudad del pecado, y cuyos protagonistas ven en un momento u otro como sus vidas se cruzan fugazmente con las de los otros habitantes de la ciudad de Basin City, formando un universo que creo que a todos nos es familiar en su concepto.
Los planteamientos argumentales del cómic son sencillos y esquemáticos, pero con las imágenes de claroscuro de Miller forman en papel y tinta una mezcla sencillamente impactante y efectiva, con un predominio absoluto de los textos de apoyo (El equivalente en el cómic a la v oz en off cinematográfica, como se notará en el film).
Pero ahí esta el problema, lo que queda tan bien en el cómic no termina de convencer e n pantalla, los diálogos de Frank Miller que en el film son transcritos palabra por palabra no convencen cuando los dicen Bruce Willis o Clive Owen, ni son ni de lejos los estimulantes diálogos que salen a borbotones de la mente de Tarantino.
Hay un esfuerzo evidente en que cada viñeta del cómic sea traducida sin pérdida alguna al encuadre cinematográfico, pero eso ha obligado al reparto a trabajar en unas condi ciones (Pantalla azul, ausencia de decorados reales) que se dejan notar.
El plantel de actores es magnífico, pero creo, que, aún manteniendo lo dicho anteriormente, merece ser destacada la interpretación de un meritoriamente transformado Mick ey Rourke como ese Conan con gabardina que es el personaje de Marv, tal y como lo concibió Miller.
Pese a todo, es una experiencia fílmica diferente y recomendable, ver como pueden amalgamarse dos medios visuales diferentes que parecen condenados a entenderse, aunque también deberían respetarse las diferencias entre ambos, que también las hay, y no pasa nada.
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