Director: Stanley Kubrick.
Tìtulo: "A Clockwork Orange" (La Naranja Mecànica).
Reparto: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates, Warren Clarke y John Clive.
Sinopsis: Gran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven hiperagresivo con dos pasiones: la ultraviolencia y Beethoven. Al frente de su banda, los drugos, los jóvenes descargan sus instintos más violentos pegando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el crimen, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación que pretende anular drásticamente cualquier atisbo de conducta antisocial...
Crítica (Por Eduardo Carlos): Sencillamente espectacular. No he visto una película tan buena, tan exquisita y elegantemente crítica que además deje al espectador pensando tanto. Prácticamente desde que inicia hasta que se acaba, es una tremenda crítica social y tan perfectamente hecha, tenemos un cuarteto de adolescentes el cual, uno llamado Alexander DeLarge es el "cabecilla" con un gran trastorno de personalidad antisocial (o sociológica). La marginalidad de las mentes, la perversidad en los jóvenes, el abuso, el conflicto, la deslealtad, la agresividad sin cese, todo. Se supone que la película refleja un futuro cercano en cuanto a los jóvenes y los adultos; creo que todo lo que se aprecia en la cinta está empezando a ocurrir, cada vez más los padres dejan a sus hijos hacer lo que les de la gana, expresarse como les da la gana, creerse los dioses y los reyes de la verdad, creen tomarla en sus manos y por ello, acortan a los otros su derecho de crítica y dialogo. Es un mundo donde no se comprende que el criterio de uno no es más cierto ni más falso que el del otro, no hay dialogo, se manejan los unos con los otros como una selva, como un montón de animales descarriados. Un desastre.
La crítica a los padres, en la película tenemos a dos ancianos (asì aparecen) como los encargados o "padres" de Alex, tocan la puerta, pregunta si esta bien, el chico contesta que no, pero que no importa, la madre se va a lo suyo, no le paran "pelotas" y esa es la formula ideal para mandar todo al diablo, hasta uno mismo. Parecido a mucho de lo que veo por ahí, en mi ambiente colegial, en las calles, incluso hasta en series que se supone que van destinadas a los niños, como esas bazofias de "RBD", "Patito Feo" que más bien inspiran a los jóvenes a optar un comportamiento patético, alejarse de la sociedad, a vivir como cucarachas en una falsa filosofía a la que denominan "emos "punk", etc. Tal vez no seamos tan visibles como el mundo de los drugos, pero de que hay una inversión de valores (Inversión, porque si se extinguen los valores, no habría humanidad a estas alturas) la hay, y es grave. Esta es de esas películas para la reflexión.
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